De Chanco con amor

20 agosto 2013

Precauciones

Desde Pelluhue, con dolor. Hace poco más de un mes, un ángel nos dejó. Mi sobrina nieta Amanda Pineda García, de doce años de edad, sufrió un accidente en la playa de Curanipe, cabalgando sobre un caballo que no estaba adiestrado para pasear niños, sino para correr a toda velocidad en competencias campesinas. Lamentablemente, no previmos la tragedia. Querríamos que no volviera a
ocurrirle nada semejante a nadie, menos a un niño o niña. Las personas que arriendan estos animales deberían saber los riesgos que se corren. Lo mismo sucede en otras áreas de las actividades turístico-recreativas locales, como son bañarse en playas no aptas para ello, bucear o surfear sin precauciones, en fin, realizar cualquier deporte sin las debidas medidas de seguridad o sin guía o sin supervisión. Recomendamos, especialmente a quienes nos visitan, que no conocen el territorio y sus posibles peligros, que no corran riesgos innecesarios; a los adultos, que supervisen y protejan a los menores, a los niños y jóvenes que no se arriesguen innecesariamente y a quienes ofrecen servicios, que lo hagan responsablemente.